EN CONSTRUCCIÓN

Como fotógrafo de boda y habiendo realizados cientos de trabajos, tengo imágenes que de una u otra forma, me han atrapado más al realizarlas. Ya sea por la energía que transmitía la pareja, ya sea por la luz que envolvía todo o hice que lo envolviera todo.

Por el momento que me regalaron mientras estaba detrás de la cámara, por la espontaneidad que prima más que la belleza en si. Por un pelo alborotado en el que la sonrisa, la alegría y el amor hace que hasta eso sea perfecto. Por una bicicleta que te llevará de paseo por las nubes, por un uniforme que resalta tu lealtad y humildad. Por un bebé que se aferra a ti en un gran momento de tu vida.

Por un abrazo del pasado que te dice que hay un gran futuro esperando para ti. Por un chapuzón en el que la pasión puede con el frío. Unas estrellas traídas solo para ti y para la eternidad. Por un reflejo del doble amor que sientes, por unas sombras en las que el abrazo y la sensualidad hacen que tu amor destaque.

Por una rosa que te lleva a un recuerdo de la infancia. Por unas mariposas que te sorprenden en el lugar más inesperado. Por una emoción contenida que se desborda en el momento oportuno. Por un paseo al atardecer en el que las almas se entrelazan hasta un futuro incierto pero unidos.

Por tantos y tantos besos que se dieron, se dan y se darán, disfrutando de esos labios que no hacen sino volver loco al ser amado. Por hacer de lo ordinario algo extraordinario, y como no, disfrutar en el proceso.

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